Nuestra Historia

NUESTRA HISTORIA La Corriente Clasista Combativa desde sus inicios. La Corriente Clasista Combativa (CCC) surge a partir de las agrupaciones clasistas que desde la década del 60 venían trabajando sindicalmente en los gremios del proletariado industrial y rural, estatales (incluyendo docentes y judiciales) y de servicios. Agrupaciones que tuvieron por entonces su principal hito en el SMATA (gremio de los mecánicos) de Córdoba, del que fue secretario general el compañero René Salamanca, nuestro líder histórico, uno de los protagonistas del Cordobazo en el año ‘69, detenido-desaparecido durante la madrugada del primer día del golpe militar del 24 de marzo del ‘76. Durante la dictadura, esas agrupaciones se mantuvieron activas, y tuvieron manifestaciones en las luchas que, aun en las condiciones impuestas por ese momento, llevó adelante la clase obrera en nuestro país; entre otras, las huelgas de los obreros del frigorífico Swift de Berisso, los mecánicos de Santa Isabel en Córdoba y Peugeot en Berazategui, Buenos Aires; la gran huelga de los trabajadores de Luz y Fuerza, la de los obreros de Lozadur, etc., así como en la huelga y movilización a Plaza de Mayo del 30 de marzo del ‘82. Ya durante el período constitucional de Alfonsín, esas agrupaciones dentro del gremio de los mecánicos produjo otro hito histórico: la huelga y toma de la fábrica Ford durante 18 días en mayo del ‘85, en la que los obreros pusieron en marcha la producción y sacaron un producto terminado sin participación de la patronal ni los supervisores. Enfrentaban así el primer plan económico del período constitucional que iniciaba una etapa de ajustes, despidos y bajas de salarios. Por esos años se llegó a dirigir también 60 seccionales de UATRE (sindicato de los trabajadores rurales). A fines de los ‘80 y ya iniciados los años ‘90, entre los hechos más destacables con la dirección de este clasismo, están las luchas del SEOM (sindicato de los municipales) de Jujuy, movilizaron toda la provincia, fueron el corazón del Frente de Gremios Estatales, y en la lucha por salarios y condiciones de trabajo y de vida determinaron la caída de cinco gobiernos provinciales. En el año ‘94, las luchas se extendían junto con las condiciones cada vez más penosas de vida para la clase obrera y el pueblo. La lucha contra la política de hambre y entrega de Menem y la flexibilización laboral de hecho, luego institucionalizada en ley, dieron lugar a que se conformara la Mesa de Enlace sindical, que reunió a Hugo Moyano por el entonces MTA (Movimiento de los Trabajadores Argentinos), Víctor De Gennaro por lo que era el CTA (Confederación de Trabajadores Argentinos) y Carlos “Perro” Santillán, en ese momento líder de nuestras agrupaciones clasistas. Esa Mesa decidió la primera Marcha Federal, que a través de cuatro columnas marchó desde toda la Argentina hasta la Capital Federal, y llegó a pie a la Plaza de Mayo. Días después de esa marcha, se constituyó formalmente la Corriente Clasista y Combativa como forma orgánica donde se reunían las viejas agrupaciones clasistas y las nuevas que se iban constituyendo al calor de la lucha. En los años ‘96/97 pegó un gran salto, a partir de grandes aciertos en su línea política: definió como salida para nuestro país el camino del Argentinazo; evaluó con corrección el carácter de la crisis de este sistema, como mundial, profunda, prolongada y por oleadas; centró su accionar en el hambre y la desocupación de grandes masas trabajadoras. Definió también que la clase obrera tiene tres afluentes: ocupados, desocupados y jubilados. La CCC así se potenció, comenzó a trascender en todo el país, y, sin dar nunca tregua, luchó contra la flexibilización laboral, el ajuste y la baja de salarios; recuperando así los cuerpos de delegados en centros de concentración obrera como Astilleros Rio Santiago, Terrabussi, Obreros Rurales, Municipales y Docentes, por la organización contra el hambre y la desocupación; por la organización de los jubilados, pensionados y mayores de 60 años sin trabajo ni jubilación. En este último período, fue la organización de los desocupados, con centro en La Matanza y con el liderazgo de Juan Carlos Alderete, lo que dio un nuevo salto en el crecimiento y reconocimiento de la organización. Nuestra estructura organizativa La Corriente Clasista y Combativa no es ni se propone ser una central de trabajadores; es una corriente político-sindical que trabaja en el seno de todas las centrales con una línea de independencia de clase. La CCC tiene un coordinador general, que es el compañero Amancay Ardura; un coordinador nacional de los Desocupados, que es el compañero Juan Carlos Alderete, y un coordinador nacional del Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados de la Corriente Clasista y Combativa, que es el compañero Mariano Sánchez. Aborda así los tres afluentes del movimiento obrero: ocupados, desocupados y jubilados. Realiza anualmente su Plenario Nacional, integrado por delegados elegidos por cada lugar cada 30 compañeros o fracción de 20, con actas de elección y mandato. En los Plenarios, que funcionan a través de comisiones y pleno, se analiza la situación nacional internacional, y en ese contexto la del movimiento obrero. Se fijan después los lineamientos para el año y los planes de lucha y medidas inmediatas. En esos Plenarios se eligen los coordinadores, la Mesa Federal, integrada pro compañeros de todas las provincias, y la Mesa Ejecutiva. Cada sector -los obreros activos, los desocupados y los jubilados- hacen también un Plenario anual por sus reivindicaciones y lineamientos organizativos específicos.